Creamos equipamiento ecuestre centrada en las necesidades reales tanto de los jinetes como de los caballos.
Cómo empezó todo
Para nosotros, en Winderen, los caballos siempre han sido nuestra gran pasión y parte de nuestra vida. Años de experiencia en talabartería con nuestra amplia experiencia en diseño industrial y tecnología nos han llevado a las primeras soluciones innovadoras para caballos y jinetes que todavía no estaban disponibles en el mercado –así nació Winderen.
Cuando veíamos una oportunidad de mejorar nuestra propia comodidad y la de nuestros caballos, y el mercado ecuestre no ofrecía soluciones satisfactorias, solíamos desarrollar nuestras propias soluciones. De ese modo nuestra experiencia profesional se mezcló cada vez más con nuestra afición.
El impulso final para combinar nuestra pasión con nuestro trabajo y crear la marca Winderen fue el medio salvacruz que hoy conocéis todos como Back Protect Solution. Al igual que otras soluciones, lo desarrollamos inicialmente para mejorar la comodidad de nuestros propios caballos. Con el tiempo nuestros compañeros de cuadra comenzaron a tomarse prestado el medio salvacruz, pues notaban una gran diferencia y nos pidieron que hiciéramos algunos para ellos y sus caballos. Motivados por el rendimiento positivo del salvacruz decidimos involucrarnos de lleno y empezamos a vivir nuestra pasión no solo montando a caballo, sino también creando equipos ecuestres innovadores. Nuestro objetivo principal era ocuparnos solo de proyectos que pueden mejorar realmente la comodidad cotidiana de caballos y jinetes, tanto en el entrenamiento como en la rutina de la cuadra.
Ningún caballo nace con una silla en la espalda, esta obviedad suele guiar nuestras ideas y nos da una determinada dirección de diseño. Por ese motivo pretendemos que nuestro equipamiento moleste lo menos posible al caballo, que no impida su movimiento natural y su fisiología, a la vez que le ayuda a los jinetes a usar correctamente las ayudas. El rendimiento ecuestre tiene como objetivo lograr la máxima relajación tanto para el caballo como para el jinete. Esa armonía, sin sobrecarga ni molestias garantiza el entrenamiento más eficaz, saludable y agradable.
Observando el mundo ecuestre desde dentro cada día nos damos cuenta de los problemas que tienen los caballos, los jinetes y los mozos de cuadra. Ahí empezamos a buscar una buena idea para crear una solución. Admiramos las tecnologías innovadoras y por eso no tememos buscar materiales usados por la NASA, por el sector aeronáutico o por el ejército y adaptarlos a las necesidades ecuestres durante el diseño. En nuestro trabajo solemos consultar a expertos de varios campos, incluyendo a especialistas físicos, químicos, biomecánicos y a veterinarios. Durante el proceso de desarrollo adaptamos sus valiosísimos conocimientos a nuestras ideas. Todos esos esfuerzos tienen como objetivo encontrar soluciones óptimas, pues creemos que solo el confort pleno entre el caballo y el jinete garantiza el placer mutuo de montar a caballo y, como resultado un desarrollo satisfactorio para ambos.
El proceso de desarrollo es como trabajar con un caballo joven, a veces hay que dar un paso atrás para avanzar dos pasos.
Cuando creamos cada producto preparamos antes prototipos, a menudo muy diferentes unos de otros. Los cambiamos y mejoramos mucho hasta obtener el resultado más satisfactorio. Al principio, probamos todos los prototipos nosotros mismos con nuestros caballos y luego se los pasamos a nuestros compañeros de distintos niveles de experiencia. Recogemos todas sus ideas y observaciones y, tras un análisis exhaustivo, sacamos conclusiones y las transformamos en mejoras. Repetimos el proceso de desarrollo, pruebas y mejoras hasta que funciona a la perfección, algo que suele llevar varios años. El camino hacia el resultado final puede ser largo y difícil, pero cualquier solución eficaz merece el esfuerzo.
Un buen ejemplo de ello es nuestro sistema de filetes de gel de Winderen, que creamos inicialmente para uno de nuestros caballos, para el que era muy difícil encontrar un filete adecuado. Tras 4 años de continuos intentos y 14 versiones del filete de gel finalmente encontramos el filete perfecto. No sólo resultó ser el filete ideal para nuestro caballo, sino también para muchos otros caballos de todo el mundo.
Creemos que un enfoque global es ideal cuando se trata de encontrar soluciones innovadoras y materiales con los parámetros más adecuados. No obstante, para mantener el control total en cada fase del proceso y una calidad consistente hemos decidido elaborar nuestros productos a nivel local, en Polonia. Todo ello con el fin de que estés siempre igual de satisfecho con tus productos Winderen, en cualquier sitio y en cualquier momento.
Una gran motivación para nuestro trabajo son vuestros comentarios positivos. Estamos muy contentos de ver cómo nuestros productos resuelven muchos problemas, a menudo inusuales. Esa eficacia en situaciones previsibles e inesperadas nos satisface de gran manera y nos corrobora que hemos elegido el camino correcto.
